miércoles, 19 de junio de 2013

BLANCA DESPEDIDA

Pertenece a Cuaderno de Sísifo (Barcelona, 2008)


                                                                           Para Encarna Fontanet, poeta



Con las primeras hojas de noviembre
le dimos nuestra blanca despedida.

Por el cristal de la capilla entraba
del pobre sol la pálida caricia
y se posaba en la madera triste
donde su cuerpo mineral dormía.

No importaba nada el resto gris
del día y del otoño. Ella lucía,
camino de la paz, la ropa blanca
de otra vida sin luchas y sin días.

miércoles, 12 de junio de 2013

YO LLEGABA A TIEMPO SIEMPRE ENTONCES

Una entrada más de AGUA ANTIGUA EN NORIA NUEVA. Hoy le toca a este poema de Cuando la infancia es siempre (Premio Calasanz de Poesía, Tarrasa, 2000):


















Yo llegaba a tiempo siempre entonces
a tus huellas de vidrio y de ternura.
El sol estaba en paz,
estaba en paz la luna
sobre el camino de mi vida quieto
y vivo a la vez como la azuda
del río reflejando
el brillo de mi infancia y mi aventura.

Y el brillo me lo daba tu presencia
tan viva como oculta,
Dios limpio y permanente
como los cantos de la cuna,
como el tino del tirador que iba
más allá de los trinos y la pluma
del pájaro escondido, Dios atento
como los viejos sauces con la altura
donde el aire era oro, como el mago
balón entre las piernas duras
que cerraban las tardes sin heridas,
como luego la noche más profunda
que caía como un ala sonbre mí
de amor y de silencio y de ventura.

Y eras tú la caricia,
Tú el callado murmullo, la alta lluvia.
Y al día siguiente, nuevo, decisivo
como el último cromo que clausura
la sorpresa del álbum, yo volvía
a comprender tu eternidad más pura
en la luz de la almendra que crecía
en leche y en azúcar
para morir de gusto entre mis manos
felizmente madura.
En el rayo de luz que en el desván,
bajo el efecto de la Arcadia bruja,
convertía en oro el polvo de las cosas
que casi nadie busca.
Y te aprendí sereno,
sin religión ni pruebas duras,
como aprendí los sitios de la casa
o la sonrisa maternal, mi musa.