lunes, 14 de marzo de 2016

ESCRIBO DESDE ESPAÑA II


 
Resultado de imagen de canuda barcelona
 
AQUELLA BARCELONA
                                                                                   Para los primeros amigos

Atrás quedaron versos y dibujos
sembrados en efímeros papeles,
y nombres, nombres vivos que evocaban
momentos de amistad: los Baños Viejos,
Canuda, Petritxol, el Pino..., puertas
abiertas a la magia de una urbe
sembrada de emoción a todas horas.
Las dulces borracheras perduraban
lo que duraba el fiel arrobamiento.
Después nos acogíamos al limbo
terrenal, cotidiano de los Beatles
y descendíamos por toboganes
de magia creadora. Afuera, el mundo
ascendía en andamios acrobáticos,
las palomas pintaban las estatuas
con sus grises de olvido y de ceniza
y el tiempo se perdía en hojas secas
de cándidos silencios hacia el mar.
El tema era el placer del vino mago
que hacía derramar poemas tristes
a lo Buesa, o el deambular romántico
por calles enjoyadas de Gaudí
o altares de Picasso.
                                 Pero había
un viejo nubarrón que amenazaba
la mies de la familia, un huracán
dispuesto a derribar la luz de casa.
Un tren de medianoche me arrastró
sin paz por los paisajes y las lágrimas
mientras en el macuto me quemaban
mil versos contra Dios, contra la vida,
contra la primavera que inundaba
los campos de lujuria. Llegué, limpio
de llantos, hasta el lecho donde el padre
aguardaba mi beso, mi palabra,
tal vez la aceptación de que él había
significado todo para mí.
Y nada hice ni dije: tristemente
lo miré como al vagón que se aleja
dejando tras de sí una ausencia blanca
de andenes sin maletas y sin sueños.
Y los amigos más fieles prolongaron
conmigo borracheras y poemas,
cigarros y pinturas. Pero todo
había ya cambiado sin remedio.
Y las palabras nos sonaban grises
porque sabíamos que algo puro, vivo,
a punto estaba de desvanecerse.
Como si aquella Barcelona nuestra
estuviera diciéndonos adiós.
Como el perfume de una mujer bella
que deja nuestro cuarto tras amarnos.
                                                                                                  
(Primer Premio del VII Certamen de Poesía Círculo de Castilla y León, julio, 2004)