viernes, 16 de mayo de 2014

VERSILLOS JUNTO AL MAR (II)









¿Adónde va este verso
de la gaviota
que en medio de la arena
redacta sola?



















Pisadas van y vienen
por esta orilla
de gente como tú,
diaria, sencilla.
como las olas
que sueñan aventuras
una tras otra.





Pescador de bronce
que tejes redes
a la sombra del puerto
entre la gente,
¿En qué sueñas
mientras tejes
tus recuerdos de vida
junto a los peces?




Gato
que estás sin gatera,
esperando a lo que caiga
de los bares en la acera,
¿en qué lugar de la noche
pasas tu vida lunera,
tus amores saturnales
y tus hazañas de selva,
gato
que estás sin gatera,
esperando a lo que caiga
de los bares en la acera?




Calle de la Marina,
no hay nada en ti de la mar;
sólo unas piñas caídas,
alma de un viejo pinar.
Calle de la Marina,
ya no busco más el mar;
me basta sólo tu nombre
para ponerme a soñar,
para oler al otro lado
la blanca flor de la sal,
calle de la Marina,
tan lejos aquí del mar.

sábado, 3 de mayo de 2014

VERSILLOS JUNTO AL MAR (I)







                              Despierta el olor del mar
                              como si abriera una ostra
                              su magia de perla y sal.





Ella está mirando al mar
y yo la estoy mirando a ella.
Ella es mi espejo vital:
sólo vivo de su estela.





Paloma, palomita,
palomera,
saca ya tu muerte afuera.
Esponja las plumas,
abre los ojos
y vuela.
Y con las alas abiertas,
dominando de nuevo las nubes
de fiesta,
maldice las ruedas
que te arrebataron
la vida que sueña.
Despierta,
paloma, palomita,
palomuerta.
Ya no ven tus ojos
ni tus alas vuelan
ni tus plumas sirven
para una cometa.
Tu cuerpo aplastado
en la carretera
es ya sólo un verso
que espera un poema.
Maldito el silencio
que sembró una rueda.






 A un paso los barcos
del sol del paseo,
mástiles de aire,
sirena de hierro.
Y nosotros dos,
dioses en un sueño.





Aquí todas las cuerdas
las toca el viento:
los cables de los mástiles,
los pinos viejos,
y las palmeras,
que en sus ramas se mecen
mil habaneras.