lunes, 31 de marzo de 2014

COMO EL BARRO







(Versos surgidos en una tarde de lluvia tras la lectura de un poeta paisano)


I.
Como el barro, en la espera
de que ocurra un milagro y nos levante
hacia la luz del cielo.
Nuestra espera es fecunda; su milagro
es buscar en la vida la alta luz,
la claridad que explica nuestro sino: 



II.


Paralelo a la vida va el dolor,
la derrota insistente,
pero también la fuerza
que nos alza como a Anteo de la tierra,
del golpe y la caída.
El dolor es la infancia,
el desván y los sueños,
la familia, la casa con los padres…,
lo que ahora es recuerdo
pero alimenta al alma
y la alegra por dentro con su luz.
Alegría que siempre nos espera
pese al paso del tiempo,
pese al miedo a la muerte,
porque es verdadera,
como tú y como yo, como estos versos
que escribo para ti desde el dolor.



III.


Hemos ido aprendiendo que la vida
acaba convirtiéndose en un cuerpo
perdido en los recuerdos de la muerte.
Mientras tanto la lluvia de la infancia,
las calles generosas, la familia,
iban tejiendo sábanas de sombra.
Debemos recordar la primavera,
la flor de amor que puso en nuestras manos
y su gracia serena que ardió un día.



 IV.

Es posible que sea bella la muerte
y cantada en los versos más sinceros.
Pero la vida es vida y hay que amarla
hasta la muerte muerta, hasta la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario