lunes, 25 de marzo de 2013

YO LLEGABA A TU LUZ

Para cerrar la primera tanda de poemas seleccionados de AGUA ANTIGUA EN NORIA NUEVA, incluyo en la entrada de hoy este poema de Cuando la infancia es siempre (Premio de Poesía Calasanz de 2002):
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
"Yo llegaba a tu luz
y me enredaba en tu diamante eterno.
Tu eternidad vivía en el gusano
de seda que enterraba sus inviernos
para nacer después en primaveras
de mariposas de oro. Y en los setos
del soto cuyo verde
brotaba cada año al son perpetuo
del río. Y en la rueda
de la aceña movida por los recios
empujones del agua.
Y tú estabas atento
al principio y al fin de aquel presente
que nunca se moría. Siempre atento
al detalle más ínfimo.
Y yo, niño, aprendiendo
que la infancia hace eternos a los hombres.
Porque tú eras la cima de mis sueños,
el arma de esperanza
contra todos mis miedos."

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